miércoles, 22 de febrero de 2012

Fundamentos Yu-Gi-Oh!: World Championship 2004

La entrada de hoy de la sección Fundamentos Yu-Gi-Oh! es un poco diferente porque no voy a hablar de algún arquetipo específico, sino que hablaré del primer juego que pude probar de la franquicia y que además me dió a conocer este juego de cartas. Hoy voy a hablar del Yu-Gi-Oh! World Championship Tournament 2004.


Concretamente mi primera toma de contacto con Yu-Gi-Oh! fué la serie de animación que daban en televisión. Como el tema de las cartas me interesaba mucho, venía de jugar Pokémon Trading Card, decidí buscar si existía algún juego de Yu-Gi-Oh! para la Game Boy Advance. Consulte un catálogo y encontré este juego, aunque mis primeras horas fueron desastrosas enseguida le cogí el truco a las mecánicas básicas del juego de cartas y enseguida se convirtió en uno de mis juegos favoritos y cita casi obligatoria cada año en mis consolas portátiles.


Como acabo de comentar, mi primera experiencia con Yu-Gi-Oh! WCT 2004 fué desastrosa. No me leí las reglas ni el manual, sino que directamente fuí a saco. "Ya iré aprendiendo sobre la marcha" me dije a mi mismo y claro esas novatadas se pagan. Después de cinco humillantes derrotas ante el primer rival de la CPU era el momento de leerse el manual y aprender las reglas. Después de estar un buen rato me las aprendí y ya fuí empezando poco a poco con las bases del juego. Básicamente el juego solo consiste en montarse una deck de mínimo 40 cartas y pelear, pelear y más pelear contra rivales controlados por la CPU. Al principio solo disponemos de unos duelistas que son muy fáciles de derrotar, pero después van saliendo otros que complican los duelos muchos más. Estos duelistas son casi todos los personajes importantes de la primera generación del manga/anime. 


Respecto a la parte jugable, los duelos cumplen las reglas del juego de mesa real: tenemos una deck de 40 cartas como mínimo donde usamos monstruos con una cifra de ATQ/DEF determinado para derrotar los monstruos de nuestros rivales. Podemos activar cartas mágicas y de trampa, todo ello para reducir los puntos de vida del rival hasta llegar a 0 y ganar el duelo. Después de la victoria recibiremos un pack de cartas donde probablemente consigamos cartas nuevas para incluir en nuestro mazo. Por descontado no hay restricciones a la hora de crear decks: podemos poner solo cartas mágicas o solo de monstruos por poner un ejemplo, hay muchísimas combinaciones como además se puede ver en las decks de cada rival. 1108 cartas dan para muchos mazos de cartas, aunque a la práctica solo podremos llevar 3 recetas de decks.  Obviamente las cartas que salen son de la primera generación y hay muchas ausencias, sobretodo de muchas cartas que he ido comentando en esta sección.


A medida que vayamos consiguiendo victorias contra nuestros rivales, iremos desbloquando nuevos duelistas. Algunos de ellos solo se desbloquean si nuestra deck cumple algún requisito: por ejemplo, para desbloquear Ishizu Ishtar necesitamos tener una deck sin ninguna carta trampa. En otras ocasiones, el duelista que hay que desbloquear surge aleatoriamente como los cazadores oscuros o Yami Yugi que sale cuando tenemos los demás duelistas desbloqueados y nos enfrentamos a Yugi Muto. Al crear nuestra deck veremos que ciertas cartas tienen la restricción de poder llevar solo una copia en el mazo, pero al obtener el 100% de cartas esta restricción se puede quitar y por lo tanto hacer combinaciones todavía más poderosas sin las molesta restricciones.


El juego no destaca por los gráficos y el tablero es muy simple pero sin embargo las ilustraciones de las cartas son exactente las mismas que en el juego real. Realmente donde reside lo mejor de este juego es como han programado cada efecto especial de cada carta que tiene. Muchas veces al activar el efecto de una carta el rival contraataca con otro efecto de otra carta y asi sucesivamente, (las llamadas cadenas en este juego) estas acciones producen efectos y combos muy interesantes. Imaginaros la cantidad de código detrás del juego con las casi infinitas combinaciones de cartas que puede haber. Sin duda estar pensando en decks, efectos y consecuencias es una de las mejores cosas de Yu-Gi-Oh! tanto en el juego real como en los videojuegosde la franquicia.  


1108 cartas por conseguir dan para muchas horas de juego. Sacar a todos los duelistas tampoco es fácil y una vez que los desbloqueemos a todos seguiremos luchando para conseguir todas las cartas. Dichas cartas vienen en unos packs especiales que nos otorgan una serie de cartas al azar. Aunque dependiendo de la rareza de la carta lo mismo tenemos que estar seleccionando 50 veces el mismo pack para que nos salga la carta deseada. Por descontado es mucho mejor hacer esto en un videojuego, que no hay que pagar por sobres, que no dejarse una pasta en sobres en el mundo real. Este juego tiene una OST con algunas melodías impresionantes:




La música de los duelos de este juego me encanta. En muchos casos son melodías relajantes o animadas que nos ayudan a concentrarnos en el duelo. Es una lástima que no he encontrado más OST de este juego.


A estás alturas, yo desde luego no recomiendo este juego y no porque sea malo sino simplemente porque ahora hay mejores juegos de Yu-Gi-Oh! con más opciones, duelistas y sobretodo muchas más cartas. De todas maneras, en mi caso siempre tendré un gran recuerdo de este juego, porque me inició en esta fantástica franquicia.

Saludos a todos.

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