La semana pasada estuve recordando la review que hice del The Eye of the Judgment Legends de PSP, continuando con la portátil de Sony en esta ocasión rescato la review que le hice a Echoshift, un juego muy original para la PSP. Vamos a ver que nos ofrece.
De: Artoon (desarrolladores de Blue Dragon y Vampire Rain)
Nos lo trae: Sony (en exclusiva para PSP)
Género: Puzzles
Localización: Textos y voces en castellano
Puzzles de bucles
Efectos ópticos, acústicos… El mundo de la ciencia, y, particularmente, la física, siempre ha tenido una manera curiosa de plantear problemas y paradojas aparentemente imposibles de resolver, enigmas que dan para pensar en una posible solución durante más de un buen rato. Es obvio que este tema bien se puede aprovechar de forma excelente el mundo de los videojuegos, introduciendo estos conceptos a veces tan abstractos con ese género de puzzles tan de moda hoy día: Los entrenamientos de la agilidad mental.
En el año 2008 salió para PSP Echochrome, un juego de puzzles que nos invitaba a superar con un maniquí una serie de escenarios imposibles aparentemente en 2D, pero que mirándolas en tres dimensiones adquirían sentido. Debíamos rotar cada escenario de manera que nuestro muñeco pudiera llegar al final sin problemas. El maniquí protagonista regresa en esta secuela, Echoshift, pero ya no tendrá que cruzar figuras en 3D, ya que en su lugar tendremos que utilizar los ecos para superar los niveles -recordemos que el eco es la repetición de un sonido reflejado por un cuerpo duro-. Obviamente, el juego no trata de utilizar efectos acústicos, pero coge la idea de los ecos. En base a las acciones que hagamos en la primera iteración, en el siguiente bucle, aparte de hacer nuevas acciones, la sombra/eco de las iteraciones anteriores hará lo mismo que hizo antes. De esta manera podremos ir avanzando por los niveles.
Cooperando con los ecos
Trabajar conjuntamente con nuestros ecos es la base de Echoshift. Por ejemplo, en algún nivel tendremos que apretar un interruptor para activar un puente, pero en el proceso nos quedaremos atrapados. Tendremos que esperar a la siguiente iteración para ver como nuestro “eco” anterior aprieta el botón y nosotros podemos avanzar hasta el final. Cada bucle tiene un tiempo límite de acción, y solo tenemos nueve iteraciones posibles para finalizar el nivel. En principio esto puede parecer sencillo, pero nada más lejos de la realidad: después de un estudio previo de cada nivel, debemos calcular qué vamos a hacer con el maniquí en cada iteración. A lo mejor si somos rápidos, podemos resolver el nivel en un solo bucle, pero normalmente necesitaremos varios de ellos. En cualquier caso, según el número de bucles que usemos, obtendremos un rango de estrellas determinado.
La dificultad en cada nivel va creciendo, ofreciéndonos situaciones distintas y más complejas. Tendremos que repetir varias veces un nivel hasta lograr la secuencia de acciones y bucles correcta. No hay que confiarse por el hecho de conseguir llegar al final de un nivel, ya que en cualquier momento se puede activar una trampa en forma de bloque que nos intentará aplastar. Tendremos que estar pensando con calma acerca de lo que haremos para llegar a la puerta de salida…
Prueba para nuestra mente
Cada nivel tiene tres modos de juego que se van desbloqueando a medida que vamos superando cada fase. En el primero de ellos, maniquí, simplemente deberemos completar la fase alcanzando la meta dentro del límite de tiempo. En el segundo, llave, la meta está cerrada y tendremos que encontrar la llave para poder acceder a la salida. En el tercero, ilusión, dispondremos de la habilidad especial de parar el tiempo durante tres segundos, y así poder aprovechar para romper los récords de tiempo del nivel.
Echoshift tiene 56 niveles repartidos en ocho grupos de siete fases, que en realidad son 168 si contamos los tres modos de juego. También podemos descargarnos siete niveles más de forma gratuita desde la Store de Sony, un detalle que se agradece mucho, pero que también es cierto que podrían haber incluido en el producto final directamente. En cualquier caso, tenemos muchos niveles que nos harán estar pegados a la PSP durante mucho tiempo. El juego dispone de un tutorial que nos aclara bastante la mecánica del juego, y en ocasiones recibiremos una serie de pistas visuales en forma de video sugiriéndonos técnicas esenciales para poder llegar a la meta de cada nivel. Es fácil quedarse atascado en este programa, pero también eso supone un reto para el jugador, que le motivará a pensar en la solución más eficaz para alcanzar la puerta de salida de cada nivel.
Conclusión
Gráficamente, la nueva obra de Artoon sigue el estilo estético de Echochrome, o sea: Escenarios en tres dimensiones pero desde una perspectiva lateral 2D, usando muy pocos colores. Es simple, pero efectivo dada la naturaleza del juego. De la música puedo decir lo mismo, no hay muchas pistas, pero las que se escuchan tienen una composición maravillosa y relajante que sin duda nos ayudarán a reflexionar con lógica en las soluciones de cada nivel.
En definitiva, Echoshift es un videojuego de puzzles fresco y original, una digna secuela de Echochrome muy interesante, centrada en los bucles y en el uso de los ecos, cosa entre otras que nos dará muchas horas de juego y reflexión. Un UMD imprescindible para los fans del género de puzzles y quebraderos de cabeza, que tendrán que utilizar la mente para encontrar la resolución de cada nivel. ¡Un auténtico ejercicio de gimnasia mental!
Saludos a todos.Efectos ópticos, acústicos… El mundo de la ciencia, y, particularmente, la física, siempre ha tenido una manera curiosa de plantear problemas y paradojas aparentemente imposibles de resolver, enigmas que dan para pensar en una posible solución durante más de un buen rato. Es obvio que este tema bien se puede aprovechar de forma excelente el mundo de los videojuegos, introduciendo estos conceptos a veces tan abstractos con ese género de puzzles tan de moda hoy día: Los entrenamientos de la agilidad mental.
En el año 2008 salió para PSP Echochrome, un juego de puzzles que nos invitaba a superar con un maniquí una serie de escenarios imposibles aparentemente en 2D, pero que mirándolas en tres dimensiones adquirían sentido. Debíamos rotar cada escenario de manera que nuestro muñeco pudiera llegar al final sin problemas. El maniquí protagonista regresa en esta secuela, Echoshift, pero ya no tendrá que cruzar figuras en 3D, ya que en su lugar tendremos que utilizar los ecos para superar los niveles -recordemos que el eco es la repetición de un sonido reflejado por un cuerpo duro-. Obviamente, el juego no trata de utilizar efectos acústicos, pero coge la idea de los ecos. En base a las acciones que hagamos en la primera iteración, en el siguiente bucle, aparte de hacer nuevas acciones, la sombra/eco de las iteraciones anteriores hará lo mismo que hizo antes. De esta manera podremos ir avanzando por los niveles.
Cooperando con los ecos
Trabajar conjuntamente con nuestros ecos es la base de Echoshift. Por ejemplo, en algún nivel tendremos que apretar un interruptor para activar un puente, pero en el proceso nos quedaremos atrapados. Tendremos que esperar a la siguiente iteración para ver como nuestro “eco” anterior aprieta el botón y nosotros podemos avanzar hasta el final. Cada bucle tiene un tiempo límite de acción, y solo tenemos nueve iteraciones posibles para finalizar el nivel. En principio esto puede parecer sencillo, pero nada más lejos de la realidad: después de un estudio previo de cada nivel, debemos calcular qué vamos a hacer con el maniquí en cada iteración. A lo mejor si somos rápidos, podemos resolver el nivel en un solo bucle, pero normalmente necesitaremos varios de ellos. En cualquier caso, según el número de bucles que usemos, obtendremos un rango de estrellas determinado.
La dificultad en cada nivel va creciendo, ofreciéndonos situaciones distintas y más complejas. Tendremos que repetir varias veces un nivel hasta lograr la secuencia de acciones y bucles correcta. No hay que confiarse por el hecho de conseguir llegar al final de un nivel, ya que en cualquier momento se puede activar una trampa en forma de bloque que nos intentará aplastar. Tendremos que estar pensando con calma acerca de lo que haremos para llegar a la puerta de salida…
Prueba para nuestra mente
Cada nivel tiene tres modos de juego que se van desbloqueando a medida que vamos superando cada fase. En el primero de ellos, maniquí, simplemente deberemos completar la fase alcanzando la meta dentro del límite de tiempo. En el segundo, llave, la meta está cerrada y tendremos que encontrar la llave para poder acceder a la salida. En el tercero, ilusión, dispondremos de la habilidad especial de parar el tiempo durante tres segundos, y así poder aprovechar para romper los récords de tiempo del nivel.
Echoshift tiene 56 niveles repartidos en ocho grupos de siete fases, que en realidad son 168 si contamos los tres modos de juego. También podemos descargarnos siete niveles más de forma gratuita desde la Store de Sony, un detalle que se agradece mucho, pero que también es cierto que podrían haber incluido en el producto final directamente. En cualquier caso, tenemos muchos niveles que nos harán estar pegados a la PSP durante mucho tiempo. El juego dispone de un tutorial que nos aclara bastante la mecánica del juego, y en ocasiones recibiremos una serie de pistas visuales en forma de video sugiriéndonos técnicas esenciales para poder llegar a la meta de cada nivel. Es fácil quedarse atascado en este programa, pero también eso supone un reto para el jugador, que le motivará a pensar en la solución más eficaz para alcanzar la puerta de salida de cada nivel.
Conclusión
Gráficamente, la nueva obra de Artoon sigue el estilo estético de Echochrome, o sea: Escenarios en tres dimensiones pero desde una perspectiva lateral 2D, usando muy pocos colores. Es simple, pero efectivo dada la naturaleza del juego. De la música puedo decir lo mismo, no hay muchas pistas, pero las que se escuchan tienen una composición maravillosa y relajante que sin duda nos ayudarán a reflexionar con lógica en las soluciones de cada nivel.
En definitiva, Echoshift es un videojuego de puzzles fresco y original, una digna secuela de Echochrome muy interesante, centrada en los bucles y en el uso de los ecos, cosa entre otras que nos dará muchas horas de juego y reflexión. Un UMD imprescindible para los fans del género de puzzles y quebraderos de cabeza, que tendrán que utilizar la mente para encontrar la resolución de cada nivel. ¡Un auténtico ejercicio de gimnasia mental!
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