La review que recuerdo esta semana de Metodologic es del Assassin's Creed: Revelations, el último episodio de las aventuras de Ezio Auditore y Altaïr. Este juego cierra una etapa en la saga y lo deja todo preparado para el próximo juego de la franquicia, seguramente el AC3. Podéis leer el texto original en este enlace.
De: Ubisoft Montreal (responsables de la saga Assassin's Creed y de Splinter Cell Conviction)
Nos lo trae: Ubisoft (para Xbox 360 y PlayStation 3)
Género: Acción, aventura, sigilo y mucho parkour
Localización: Voces y textos en perfecto castellano
Nos lo trae: Ubisoft (para Xbox 360 y PlayStation 3)
Género: Acción, aventura, sigilo y mucho parkour
Localización: Voces y textos en perfecto castellano
El último capítulo de Ezio y Altaïr
Assassin’s Creed es una de las sagas de videojuegos que puede presumir de ofrecer cada año un juego bien cargado de novedades junto a una historia apasionante. Después de una primera entrega en el año 2007 que no terminó de convencer a todo el mundo por algún que otro fallo de diseño, fué en el 2009 cuando Assassin’s Creed II demostrara que la saga podía encauzarse por el buen camino. Un año después, Assassin’s Creed: La Hermandad mejoró en opciones de juego a su predecesor, y nos reveló algunos detalles más de la complicada trama de esta franquicia. Finalmente, este año 2011 podemos disfrutar de Assassin’s Creed: Revelations, que nos ofrece el esperado desenlace y lo que vendría a ser la despedida para Altaïr y Ezio, dos de los protagonistas importantes de la saga en las anteriores entregas.
La historia del juego nos sitúa un poco después del final de La Hermandad, con un Desmond Miles en coma. No olvidemos que en realidad el protagonista absoluto de esta saga es Desmond, un joven que, conectado a través del ‘animus’, puede revivir las memorias de sus antepasados. En esta ocasión, Desmond esta atrapado en la zona donde se encuentra el programa base del ‘animus’, y tendrá que recuperar su mente creando un nexo de sincronización con Altaïr y Ezio para volver al mundo real. En esta odisea también conoceremos fragmentos del pasado del propio Desmond, pero, en cualquier caso, él mismo tendrá que revivir las memorias finales de su antepasado Ezio Auditore para salvar su propia vida.
El assassin renacentista se embarca en esta ocasión en un viaje que le llevará a Constantinopla, a la búsqueda de unas llaves secretas que dan acceso a una sala especial en Masyaf (La fortaleza de los assassins en el primer y original Assassin’s Creed), donde se supone que hay una arma de gran poder. Aparte de encontrarse con los templarios -que tienen el mismo objetivo- y luchar contra ellos, cada llave que recupere el carismático y envejecido Ezio le dará la oportunidad de revivir ciertas memorias de su antepasado Altaïr. Resumiendo: recuerdos simulados dentro de otros recuerdos simulados.
Nuevos métodos
Como va siendo habitual, esta nueva entrega de Assassin’s Creed, aparte de ofrecernos una ciudad y mapeado nuevo, nos ofrece nuevas habilidades que se suman a todo lo conocido en el capítulo anterior con algunas novedades. Posiblemente, el mejor añadido de esta entrega es el garfio cuchilla, que sustituye a una de las dos cuchillas ocultas de Ezio. Esta arma no solo nos servirá para hacer nuevas técnicas y combos de lucha, sino que nos permitirá escalar y viajar más rápido por los tejados de Constantinopla. Y realmente esta ventaja nos será muy útil en esta ocasión.
La otra gran novedad es la posibilidad de usar bombas. A lo largo del juego, iremos recogiendo una serie de materias primas con las cuáles podremos elaborar todo tipo de bombas: explosión inmediata, con mecha, letales, no letales, para distraer, etc… En muchas misiones, tendremos que usar estas bombas para conseguir el cien por cien de la sincronización, porque si no, tendremos que conformarnos con el 50%, como ya ocurría en Assassin’s Creed: La Hermandad. Todas las misiones tienen objetivos secundarios para cumplir si queremos obtener el máximo porcentaje; lo cuál nos invita a volver a jugar ciertas memorias.
El gremio de assassins regresa y, como ya podíamos hacer en el anterior juego, cabe la posibilidad de ayudar a ciertos ciudadanos para que, en agradecimiento, se unan a la causa de Ezio, y así entrenarlos. Estos aprendices podremos usarlos para que nos apoyen en las misiones, o enviarlos a otros países para que cumplan tareas, reciban recompensas y más experiencia. Las bases templarias también vuelven, y tendremos que tomarlas si queremos comprar negocios en la zona (para de esta manera conseguir más beneficios). La diferencia es que ahora los templarios también pueden atacar las bases que hemos ocupado… Para defenderlas, tendremos que superar un minijuego de estrategia donde podremos usar diferentes clases de unidades y situarlas en puntos estratégicos para aguantar el asalto.
Muchas tareas para hacer
Aparte de la trama principal, en toda la aventura de Ezio -más las secciones de Altaïr- tenemos un gran número de misiones secundarias y objetivos para cumplir que nos reportarán beneficios. Las misiones donde podremos ayudar a ciudadanos han cambiado: en lugar de estar marcadas en el mapa, las iremos descubriendo de forma aleatoria. Aparte de esto, tendremos que comprar todos los establecimientos de Constantinopla para liberar la ciudad del dominio templario y poder acceder a todo el equipamiento disponible para Ezio. Las misiones exclusivamente plataformeras regresan, y, al más puro estilo Prince of Persia, requerirán toda nuestra pericia para superarlas. Por si esto fuera poco, tenemos cien fragmentos de la memoria del ‘animus’ para encontrar.
Estos fragmentos tienen una gran importancia para las partes del juego que protagoniza Desmond Miles. Nuestro protagonista esta atrapado en un lugar donde, según los fragmentos de memoria que tenga, podrá acceder a unos portales especiales donde podremos ver fragmentos de la vida de Desmond. Estas secciones son en primera persona, y nos muestran unos niveles plataformeros donde hay que pensar qué ruta seguir exactamente, y podremos generar unos bloques que nos ayudarán a movernos. Estas secciones están bien, pero se echan de menos los glifos de los dos anteriores Assassin’s Creed.
Por lo demás, el sistema de combate del juego no ha cambiado en demasía; podemos hacer combos con todas las armas y tal, pero lo que adquiere especial importancia en la presente entrega son los contraataques, siendo esencial dominarlos al no poder reducir fácilmente la notoriedad (estamos prácticamente obligados a ir con mucho más cuidado) y, por ende, es más probable que nos ataquen los templarios. Y tendremos que derrotarlos de forma rápida y eficaz, porque si no las cosas se pueden llegar a complicar sobremanera. Por su parte, cada armadura y arma tienen sus propios atributos y precios.
Viaje por Constantinopla
En las dos entregas anteriores de Assassin’s Creed, visitamos las localizaciones más importantes de Italia: Florencia, Venecia, la Toscana, Roma… En Revelations visitaremos la bella Constantinopla renacentista, una ciudad con una arquitectura exquisita y que nos invitará a escalar todas las torres y atalayas con Ezio. Gráficamente el juego mantiene el nivel de los anteriores títulos, la recreación de Constantinopla es excelente y disfrutaremos de unas vistas impresionantes. Las animaciones de Ezio son magníficas, y ahora se mueve mucho más rápido y fluido. Se percibe también una mejora en los modelados de los personajes. Todo esto junto a la excelente banda sonora, con un Jesper Kyd que repite a la batuta permitiéndonos una vez más quedar inmersos en el misterioso mundo de Assassins’s Creed.
Como ya pasaba con La Hermandad, Revelations nos ofrece un modo multijugador online que tendremos que desbloquear usando el famoso “Online-Pass”, un método creado para evitar el mercado de segunda mano. En esta ocasión, este modo de juego nos ofrece la misma mecánica de partidas por equipos o individuales, donde tendremos que perseguir, eliminar nuestros objetivos y evitar que nos eliminen. La diferencia es que hay nuevos personajes y nuevos mapeados. Es evidente que esta opción alarga la vida del programa de forma considerable, pero no es tan divertido como el modo historia. Como pasaba en la anterior entrega, este modalidad está relacionada con la historia principal: Abstergo usa este método para entrenar a sus soldados aprovechando el efecto de “sangrado” del ‘animus’.
Conclusión
Assassin’s Creed: Revelations cierra la etapa de Ezio en esta saga, y lo hace con un gran juego que mantiene todo lo visto hasta ahora en la serie, más todas las novedades que Ubisoft ha incluido con su buen hacer en pos de firmar un lanzamiento de categoría. En este juego conoceremos el destino final de Altaïr, pero si alguien siente curiosidad por saber qué le ocurre al final de su vida al genial Ezio, le recomiendo que vea el cortometraje “Assassin’s Creed: Embers”. En resumen, Assassin’s Creed: Revelations es un título muy interesante que encantará a los fans de esta saga, y deja la historia bien preparada para el próximo Assassin’s Creed, que supuestamente cerrará la historia de Desmond…
El assassin renacentista se embarca en esta ocasión en un viaje que le llevará a Constantinopla, a la búsqueda de unas llaves secretas que dan acceso a una sala especial en Masyaf (La fortaleza de los assassins en el primer y original Assassin’s Creed), donde se supone que hay una arma de gran poder. Aparte de encontrarse con los templarios -que tienen el mismo objetivo- y luchar contra ellos, cada llave que recupere el carismático y envejecido Ezio le dará la oportunidad de revivir ciertas memorias de su antepasado Altaïr. Resumiendo: recuerdos simulados dentro de otros recuerdos simulados.
Nuevos métodos
Como va siendo habitual, esta nueva entrega de Assassin’s Creed, aparte de ofrecernos una ciudad y mapeado nuevo, nos ofrece nuevas habilidades que se suman a todo lo conocido en el capítulo anterior con algunas novedades. Posiblemente, el mejor añadido de esta entrega es el garfio cuchilla, que sustituye a una de las dos cuchillas ocultas de Ezio. Esta arma no solo nos servirá para hacer nuevas técnicas y combos de lucha, sino que nos permitirá escalar y viajar más rápido por los tejados de Constantinopla. Y realmente esta ventaja nos será muy útil en esta ocasión.
La otra gran novedad es la posibilidad de usar bombas. A lo largo del juego, iremos recogiendo una serie de materias primas con las cuáles podremos elaborar todo tipo de bombas: explosión inmediata, con mecha, letales, no letales, para distraer, etc… En muchas misiones, tendremos que usar estas bombas para conseguir el cien por cien de la sincronización, porque si no, tendremos que conformarnos con el 50%, como ya ocurría en Assassin’s Creed: La Hermandad. Todas las misiones tienen objetivos secundarios para cumplir si queremos obtener el máximo porcentaje; lo cuál nos invita a volver a jugar ciertas memorias.
El gremio de assassins regresa y, como ya podíamos hacer en el anterior juego, cabe la posibilidad de ayudar a ciertos ciudadanos para que, en agradecimiento, se unan a la causa de Ezio, y así entrenarlos. Estos aprendices podremos usarlos para que nos apoyen en las misiones, o enviarlos a otros países para que cumplan tareas, reciban recompensas y más experiencia. Las bases templarias también vuelven, y tendremos que tomarlas si queremos comprar negocios en la zona (para de esta manera conseguir más beneficios). La diferencia es que ahora los templarios también pueden atacar las bases que hemos ocupado… Para defenderlas, tendremos que superar un minijuego de estrategia donde podremos usar diferentes clases de unidades y situarlas en puntos estratégicos para aguantar el asalto.
Muchas tareas para hacer
Aparte de la trama principal, en toda la aventura de Ezio -más las secciones de Altaïr- tenemos un gran número de misiones secundarias y objetivos para cumplir que nos reportarán beneficios. Las misiones donde podremos ayudar a ciudadanos han cambiado: en lugar de estar marcadas en el mapa, las iremos descubriendo de forma aleatoria. Aparte de esto, tendremos que comprar todos los establecimientos de Constantinopla para liberar la ciudad del dominio templario y poder acceder a todo el equipamiento disponible para Ezio. Las misiones exclusivamente plataformeras regresan, y, al más puro estilo Prince of Persia, requerirán toda nuestra pericia para superarlas. Por si esto fuera poco, tenemos cien fragmentos de la memoria del ‘animus’ para encontrar.
Estos fragmentos tienen una gran importancia para las partes del juego que protagoniza Desmond Miles. Nuestro protagonista esta atrapado en un lugar donde, según los fragmentos de memoria que tenga, podrá acceder a unos portales especiales donde podremos ver fragmentos de la vida de Desmond. Estas secciones son en primera persona, y nos muestran unos niveles plataformeros donde hay que pensar qué ruta seguir exactamente, y podremos generar unos bloques que nos ayudarán a movernos. Estas secciones están bien, pero se echan de menos los glifos de los dos anteriores Assassin’s Creed.
Por lo demás, el sistema de combate del juego no ha cambiado en demasía; podemos hacer combos con todas las armas y tal, pero lo que adquiere especial importancia en la presente entrega son los contraataques, siendo esencial dominarlos al no poder reducir fácilmente la notoriedad (estamos prácticamente obligados a ir con mucho más cuidado) y, por ende, es más probable que nos ataquen los templarios. Y tendremos que derrotarlos de forma rápida y eficaz, porque si no las cosas se pueden llegar a complicar sobremanera. Por su parte, cada armadura y arma tienen sus propios atributos y precios.
Viaje por Constantinopla
En las dos entregas anteriores de Assassin’s Creed, visitamos las localizaciones más importantes de Italia: Florencia, Venecia, la Toscana, Roma… En Revelations visitaremos la bella Constantinopla renacentista, una ciudad con una arquitectura exquisita y que nos invitará a escalar todas las torres y atalayas con Ezio. Gráficamente el juego mantiene el nivel de los anteriores títulos, la recreación de Constantinopla es excelente y disfrutaremos de unas vistas impresionantes. Las animaciones de Ezio son magníficas, y ahora se mueve mucho más rápido y fluido. Se percibe también una mejora en los modelados de los personajes. Todo esto junto a la excelente banda sonora, con un Jesper Kyd que repite a la batuta permitiéndonos una vez más quedar inmersos en el misterioso mundo de Assassins’s Creed.
Como ya pasaba con La Hermandad, Revelations nos ofrece un modo multijugador online que tendremos que desbloquear usando el famoso “Online-Pass”, un método creado para evitar el mercado de segunda mano. En esta ocasión, este modo de juego nos ofrece la misma mecánica de partidas por equipos o individuales, donde tendremos que perseguir, eliminar nuestros objetivos y evitar que nos eliminen. La diferencia es que hay nuevos personajes y nuevos mapeados. Es evidente que esta opción alarga la vida del programa de forma considerable, pero no es tan divertido como el modo historia. Como pasaba en la anterior entrega, este modalidad está relacionada con la historia principal: Abstergo usa este método para entrenar a sus soldados aprovechando el efecto de “sangrado” del ‘animus’.
Conclusión
Assassin’s Creed: Revelations cierra la etapa de Ezio en esta saga, y lo hace con un gran juego que mantiene todo lo visto hasta ahora en la serie, más todas las novedades que Ubisoft ha incluido con su buen hacer en pos de firmar un lanzamiento de categoría. En este juego conoceremos el destino final de Altaïr, pero si alguien siente curiosidad por saber qué le ocurre al final de su vida al genial Ezio, le recomiendo que vea el cortometraje “Assassin’s Creed: Embers”. En resumen, Assassin’s Creed: Revelations es un título muy interesante que encantará a los fans de esta saga, y deja la historia bien preparada para el próximo Assassin’s Creed, que supuestamente cerrará la historia de Desmond…
Saludos a todos.
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