La semana pasada estuve recordando mi review de Golden Sun 3 que escribí en Metodologic, un gran juego que tiene algún fallo. Pero desde luego nada comparable con la review que voy a recordar hoy. Arcania: Gothic 4 es uno los juegos más flojos que he podido jugar en esta generación. Podéis leer la review original en este enlace.
De: Spellbound (responsables de la serie Desperados y de Helldorado)
Nos lo trae: Digital Bros (para PC, Xbox 360 y PlayStation 3)
Género: Action-RPG de corte occidental
Localización: Voces y textos en perfecto castellano
Nos lo trae: Digital Bros (para PC, Xbox 360 y PlayStation 3)
Género: Action-RPG de corte occidental
Localización: Voces y textos en perfecto castellano
La venganza del pastor
Los juegos de rol occidentales han tenido en esta generación grandísimos representantes, como por ejemplo The Elder Scrolls IV: Oblivion o Dragon Age: Origins. Juegos donde podemos personalizar a nuestro protagonista, no solo físicamente, sino en lo que se refiere a habilidades, equipamiento, comportamiento, etc… Este grado de personalización y la historia altamente modificable en base a nuestras acciones son la seña de identidad de este tipo de videojuegos. ¿Está al mismo nivel Arcania: Gothic 4? Vamos a comprobarlo a continuación.
La serie Gothic consta de tres entregas anteriores (con sus respectivas expansiones) que solamente fueron lanzadas en PC, donde se nos presentaba el típico héroe sin nombre que debía liberar su mundo, todo ello en un contexto de fantasía medieval con una mecánica jugable de profundo action-rpg. A lo largo de las tres entregas iremos viendo cómo el protagonista se va volviendo más fuerte, derrota a seres muy poderosos y finalmente se convierte en monarca. La cuarta entrega de la saga, ya sin las expertas manos de Piranha Bytes, nos presenta un protagonista nuevo en el mismo mundo, premisa la cual se aprovecha al ser el primer título de la serie en ver la luz en videoconsolas.
De esta forma, nosotros controlamos a un hombre que simplemente es conocido con el nombre de “Pastor”, y decide embarcarse en lo que en un principio parece una venganza contra un monarca que ha matado a todos sus seres queridos. Como siempre ocurre en este tipo de juegos, no todo es tan sencillo como parece, y oscuras fuerzas están detrás de todo. Aquí es donde veo los dos primeros problemas del juego: por un lado la historia es bastante lineal para lo que es el nombre de Gothic, aparte de ser demasiado previsible y, por lo tanto, muy poco original. Por el otro lado, no comprendo cómo no disponemos de la opción de personalizar el aspecto físico del protagonista, característica bastante común en este tipo de juego… Aunque todo hay que decirlo, esto último ya ocurría con los antiguos Gothic y no por ello dejaron de ser auténticos juegazos.
¿Espada, arco o magia?
Los primeros compases del juego nos servirán a modo de tutorial para comprender todas las mecánicas del juego. Nosotros controlamos al pastor por los mapeados, exploramos cada rincón recogiendo objetos, hablando con gente, derrotando enemigos y acudiendo a los puntos donde iniciamos las misiones. A primera vista, esto parece lo normal en este tipo de juegos, sin embargo, Gothic 4 nos lo presenta de una manera que deja una sensación total de que estamos delante de algo incompleto… Casi más de lo que ya de por sí era su más inmediato predecesor.
Por ejemplo: cuando hablamos con otros personajes, se nos abre una caja de diálogo para escoger un tema; pero la mayor parte de veces sólo dispnemos de un tema de conversación, generalmente en referencia a la misión actual que tengamos. Y después de agotar ese tema de conversación, ya no hay más. Podrían haber desarrollado un poco más la personalidad de los PNJ, para dar más profundidad y complejidad al mundo que estamos recorriendo. Y al igual que ocurre con las conversaciones, cuando hemos cumplido todas las misiones de un mapa y recogido todos los objetos, no hay muchos más motivos para regresar a esa zona.
Cuando aceptemos una misión, que generalmente consistirá en derrotar a ciertos enemigos o recoger algunos objetos, es cuando podremos dar rienda suelta a las habilidades de nuestro personaje. Tenemos un ataque principal con la espada o arma que tengamos equipada en ese momento: una serie de golpes que se pueden encadenar y, si fortalecemos esa habilidad, podremos desarrollar técnicas nuevas. Tenemos un arco que nos permitirá atacar a distancia siempre que tengamos flechas y, finalmente, los pergaminos mágicos, los cuales nos facilitarán la tarea de eliminar a ciertos monstruos o enemigos con protección extra. En este sentido, estamos ante un sistema de combate bastante sencillo.
Gracias a esto, subir de nivel no es una tarea compleja; de hecho, en pocas horas podemos tener la suficiente experiencia como para poder avanzar sin problemas. Cada nivel nos ofrece una mejora en los atributos del personaje y puntos de habilidad para usarlos a la hora de mejorar distintos aspectos del pastor: su manejo de la espada, sigilo, magia, etc… Podemos estar tranquilos, se admiten todas las combinaciones: podemos tener un guerrero fuerte que también pueda usar magia poderosa. En ese sentido, no tenemos penalizaciones por usar habilidades tan aparentemente contrarias.
Después tenemos el equipamiento, que es muy extenso y variado. El hecho de tener un inventario con capacidades infinitas nos ayuda a llevarlo todo encima y poder usarlo cuando consideremos oportuno. En cuánto obtengamos el amuleto que nos otorga más velocidad en carrera, recomiendo situarlo en un acceso directo puesto que nos ayudará a llegar antes a las localizaciones del mapa. En Arcania: Gothic 4 no hay caballos ni otros medios de transporte, solo unos portales mágicos que únicamente nos dejarán en unos destinos prefijados; por lo tanto, la mayor parte del tiempo iremos a pie a todos los sitios.
La tierra del popping
Arcania nos ofrece una experiencia visual preciosa, con elementos como los árboles muy bien recreados. Se trata de ese tipo de paisaje que en fotografía queda muy bien porque no se mueve; sin embargo, cuando lo vemos en movimiento, nos damos cuenta de la realidad y sus carencias. Para empezar, el programa no tiene un framerate estable: con tan solo girar la cámara se empezará a ralentizar toda la acción. Si a eso le sumamos las situaciones en las que estamos rodeados de enemigos, imaginad que la situación empeora. Una vez más, seguramente esto se habría solucionado con más tiempo de desarrollo...
Luego esta el popping… este juego me ha enseñado un nuevo nivel en este aspecto: cuando nos acercamos a un metro de los arbustos, estos misteriosamente desaparecen y vuelven a reaparecer cuando nos apartamos. Sin duda el caso más extremo de popping que haya visto en un videojuego. En general, las animaciones de los personajes y enemigos cumplen, pero cuando estamos en una conversación inexplicablemente podemos comprobar como apenas mueven los labios al hablar. Resumiendo, la factura técnica de este juego deja mucho que desear, al menos en lo que se refiere en la consola 360. En PC la apariencia mejora, pero tampoco está el asunto libre de taras.
Conclusión
Afortunadamente, Arcania viene subtitulado y doblado al completo en castellano, uno de los puntos positivos del juego junto a las magníficas postales que tenemos por paisajes. La música, sin ser memorable, cumple con el propósito… y eso es lo que importa. Sin embargo, me parecen pocos puntos positivos para lo que se puede esperar de este tipo de juegos. Arcania: Gothic 4 tiene una gran base, pero la ejecución es incompleta, se queda a medio camino y no llega a los excelentes niveles de sus predecesores. Se nota especialmente en la simplificación del sistema creado por Piranha Bytes, redirigido por cuestiones de licencias hacia el notable Risen… mientras que Arcania es un “corre ve y dile” que se nos antoja un tanto escaso.
Por lo tanto, recomiendo este juego a los fans de la serie Gothic… Aunque no serán pocos los que se lleven las manos a la cabeza ante la falta de profundidad de Arcania con respecto a los anteriores Gothic. Por supuesto, va especialmente dirigido para quienes quieran un RPG sencillo que no les dé demasiados quebraderos de cabeza. Es por ello que, si alguien busca un reto complejo, con una gran historia y una buena factura técnica, Arcania: Gothic 4 no es su juego.
Los juegos de rol occidentales han tenido en esta generación grandísimos representantes, como por ejemplo The Elder Scrolls IV: Oblivion o Dragon Age: Origins. Juegos donde podemos personalizar a nuestro protagonista, no solo físicamente, sino en lo que se refiere a habilidades, equipamiento, comportamiento, etc… Este grado de personalización y la historia altamente modificable en base a nuestras acciones son la seña de identidad de este tipo de videojuegos. ¿Está al mismo nivel Arcania: Gothic 4? Vamos a comprobarlo a continuación.
La serie Gothic consta de tres entregas anteriores (con sus respectivas expansiones) que solamente fueron lanzadas en PC, donde se nos presentaba el típico héroe sin nombre que debía liberar su mundo, todo ello en un contexto de fantasía medieval con una mecánica jugable de profundo action-rpg. A lo largo de las tres entregas iremos viendo cómo el protagonista se va volviendo más fuerte, derrota a seres muy poderosos y finalmente se convierte en monarca. La cuarta entrega de la saga, ya sin las expertas manos de Piranha Bytes, nos presenta un protagonista nuevo en el mismo mundo, premisa la cual se aprovecha al ser el primer título de la serie en ver la luz en videoconsolas.
De esta forma, nosotros controlamos a un hombre que simplemente es conocido con el nombre de “Pastor”, y decide embarcarse en lo que en un principio parece una venganza contra un monarca que ha matado a todos sus seres queridos. Como siempre ocurre en este tipo de juegos, no todo es tan sencillo como parece, y oscuras fuerzas están detrás de todo. Aquí es donde veo los dos primeros problemas del juego: por un lado la historia es bastante lineal para lo que es el nombre de Gothic, aparte de ser demasiado previsible y, por lo tanto, muy poco original. Por el otro lado, no comprendo cómo no disponemos de la opción de personalizar el aspecto físico del protagonista, característica bastante común en este tipo de juego… Aunque todo hay que decirlo, esto último ya ocurría con los antiguos Gothic y no por ello dejaron de ser auténticos juegazos.
¿Espada, arco o magia?
Los primeros compases del juego nos servirán a modo de tutorial para comprender todas las mecánicas del juego. Nosotros controlamos al pastor por los mapeados, exploramos cada rincón recogiendo objetos, hablando con gente, derrotando enemigos y acudiendo a los puntos donde iniciamos las misiones. A primera vista, esto parece lo normal en este tipo de juegos, sin embargo, Gothic 4 nos lo presenta de una manera que deja una sensación total de que estamos delante de algo incompleto… Casi más de lo que ya de por sí era su más inmediato predecesor.
Por ejemplo: cuando hablamos con otros personajes, se nos abre una caja de diálogo para escoger un tema; pero la mayor parte de veces sólo dispnemos de un tema de conversación, generalmente en referencia a la misión actual que tengamos. Y después de agotar ese tema de conversación, ya no hay más. Podrían haber desarrollado un poco más la personalidad de los PNJ, para dar más profundidad y complejidad al mundo que estamos recorriendo. Y al igual que ocurre con las conversaciones, cuando hemos cumplido todas las misiones de un mapa y recogido todos los objetos, no hay muchos más motivos para regresar a esa zona.
Cuando aceptemos una misión, que generalmente consistirá en derrotar a ciertos enemigos o recoger algunos objetos, es cuando podremos dar rienda suelta a las habilidades de nuestro personaje. Tenemos un ataque principal con la espada o arma que tengamos equipada en ese momento: una serie de golpes que se pueden encadenar y, si fortalecemos esa habilidad, podremos desarrollar técnicas nuevas. Tenemos un arco que nos permitirá atacar a distancia siempre que tengamos flechas y, finalmente, los pergaminos mágicos, los cuales nos facilitarán la tarea de eliminar a ciertos monstruos o enemigos con protección extra. En este sentido, estamos ante un sistema de combate bastante sencillo.
Gracias a esto, subir de nivel no es una tarea compleja; de hecho, en pocas horas podemos tener la suficiente experiencia como para poder avanzar sin problemas. Cada nivel nos ofrece una mejora en los atributos del personaje y puntos de habilidad para usarlos a la hora de mejorar distintos aspectos del pastor: su manejo de la espada, sigilo, magia, etc… Podemos estar tranquilos, se admiten todas las combinaciones: podemos tener un guerrero fuerte que también pueda usar magia poderosa. En ese sentido, no tenemos penalizaciones por usar habilidades tan aparentemente contrarias.
Después tenemos el equipamiento, que es muy extenso y variado. El hecho de tener un inventario con capacidades infinitas nos ayuda a llevarlo todo encima y poder usarlo cuando consideremos oportuno. En cuánto obtengamos el amuleto que nos otorga más velocidad en carrera, recomiendo situarlo en un acceso directo puesto que nos ayudará a llegar antes a las localizaciones del mapa. En Arcania: Gothic 4 no hay caballos ni otros medios de transporte, solo unos portales mágicos que únicamente nos dejarán en unos destinos prefijados; por lo tanto, la mayor parte del tiempo iremos a pie a todos los sitios.
La tierra del popping
Arcania nos ofrece una experiencia visual preciosa, con elementos como los árboles muy bien recreados. Se trata de ese tipo de paisaje que en fotografía queda muy bien porque no se mueve; sin embargo, cuando lo vemos en movimiento, nos damos cuenta de la realidad y sus carencias. Para empezar, el programa no tiene un framerate estable: con tan solo girar la cámara se empezará a ralentizar toda la acción. Si a eso le sumamos las situaciones en las que estamos rodeados de enemigos, imaginad que la situación empeora. Una vez más, seguramente esto se habría solucionado con más tiempo de desarrollo...
Luego esta el popping… este juego me ha enseñado un nuevo nivel en este aspecto: cuando nos acercamos a un metro de los arbustos, estos misteriosamente desaparecen y vuelven a reaparecer cuando nos apartamos. Sin duda el caso más extremo de popping que haya visto en un videojuego. En general, las animaciones de los personajes y enemigos cumplen, pero cuando estamos en una conversación inexplicablemente podemos comprobar como apenas mueven los labios al hablar. Resumiendo, la factura técnica de este juego deja mucho que desear, al menos en lo que se refiere en la consola 360. En PC la apariencia mejora, pero tampoco está el asunto libre de taras.
Conclusión
Afortunadamente, Arcania viene subtitulado y doblado al completo en castellano, uno de los puntos positivos del juego junto a las magníficas postales que tenemos por paisajes. La música, sin ser memorable, cumple con el propósito… y eso es lo que importa. Sin embargo, me parecen pocos puntos positivos para lo que se puede esperar de este tipo de juegos. Arcania: Gothic 4 tiene una gran base, pero la ejecución es incompleta, se queda a medio camino y no llega a los excelentes niveles de sus predecesores. Se nota especialmente en la simplificación del sistema creado por Piranha Bytes, redirigido por cuestiones de licencias hacia el notable Risen… mientras que Arcania es un “corre ve y dile” que se nos antoja un tanto escaso.
Por lo tanto, recomiendo este juego a los fans de la serie Gothic… Aunque no serán pocos los que se lleven las manos a la cabeza ante la falta de profundidad de Arcania con respecto a los anteriores Gothic. Por supuesto, va especialmente dirigido para quienes quieran un RPG sencillo que no les dé demasiados quebraderos de cabeza. Es por ello que, si alguien busca un reto complejo, con una gran historia y una buena factura técnica, Arcania: Gothic 4 no es su juego.
Saludos a todos!
Mira que ahora está barato en Game (creo que a 4,95 la edición normal y a 9,95 la coleccionista) pero todo lo que leo del juego, y mas despues de haber jugado al Skyrim, hace que ni me plantee su compra.
ResponderEliminar@goshe:
ResponderEliminarY haces muy bien. Este juego ni siquiera vale 5 €... xDDDDD Skyrim es un millón de veces mejor.
Saludos!